• Mis emociones vienen provocadas por mis
pensamientos. Cuando me siento mal es porque me estoy diciendo a mi mismo
argumentos que me hacen sentir así.
• Lo importante no es lo que me ocurre,
sino como interpreto lo que me ocurre.
• El pensamiento es modificable.
• El pensamiento –las cogniciones-
determinan nuestro estado de ánimo. Esto es bueno, porque puedo cambiar mis
pensamientos, lo que no puedo es alterar los acontecimientos externos.
• Para dejar de sentir tristeza,
depresión, ansiedad, vergüenza, culpa, etc. Estados de ánimo negativos que
tanto me hacen sufrir, para que me desaparezcan estas sensaciones
autodestructivas, debo hacerlo desde el pensamiento. Si mis pensamientos
provocan mis emociones, para cambiar las emociones negativas que me alteran y
hacen sufrir debo primero modificar mis pensamientos.
• Detrás de un estado de ánimo deprimido
se esconde un pensamiento negativo que hace que nuestra interpretación del
mundo nos parezca detestable, horrible, desagradable, en definitiva, que no nos
guste. El sentido de lo que hay afuera, en el exterior de nosotros, depende de
lo que seamos capaces de encontrar en algún lugar de nuestro interior.
• Nuestros pensamientos negativos son los
que nos hacen interpretar el mundo, el futuro y a nosotros mismos de forma
irreal e irracional.
"La terapia cognitiva
(los pensamientos) sirve para: dejar de sentirse triste, deprimido, ansioso,
vergonzoso, culpable, etc. Tener estados anímicos negativos que tanto hacen
sufrir a los seres humanos, para no tener estas sensaciones autodestructivas,
debemos hacerlo desde el pensamiento. Si mis pensamientos provocan mis
emociones, para cambiar las emociones negativas que me alteran y hacen sufrir
debo primero modificar mis pensamientos." (Raimon Gaja: Bienestar, autoestima y felicidad).
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